Perdiendo/Invirtiendo el tiempo

Siento no haberos escrito esta semana pasada futuros maestr@s pero estuve un poco liada, os lo compenso subiendo dos entradas hoy. Esta semana os hablaré de los periodos de atención de los niños, a qué dedican su tiempo libre y qué cosas les impiden disfrutar de él.

Comenzaré hablando la duración de las clases. Actualmente  las clases en primaria son de 45 minutos. ¿Es esta una duración apropiada para dar una clase en condiciones? En mi opinión no. Según estudios, y tomando como referencia el modelo finlandés, la organización de la clase se da en varias etapas.

·En primer lugar se pierden unos 5 minutos en los cambios de clase y sacando el material.
·La siguiente etapa es la de activación de los alumnos (sobre todo si es a primera hora y los alumnos están todavía somnolientos). En esta etapa se suelen perder entre 5 y 10 minutos haciendo un recuerdo de lo dado en la clase anterior y refrescando la memoria a los alumnos.
·Después de la etapa de activación es cuando realmente el niño está en su plena facultad de aprendizaje, es cuando más receptivo está a aprender y es cuando debería de realizarse la actividad principal.
·Una vez finalizada la actividad principal el profesor debería de dejar 5 minutos para decidir con su clase cuáles son las conclusiones a las que han llegado con la actividad y qué han aprendido.
·Y finalmente, se pierden 5 minutos otra vez recogiendo el material y cambiando de clase.




Reflexionemos ahora un poco. Si las clases actualmente son de 45 minutos y en total se pierden entre 20-25 minutos, significa que nos quedan otros 20-25 minutos para desarrollar la actividad principal. Y siendo realistas, no se puede explicar apropiadamente un temario en 20-25 minutos diarios.

Fue esta razón de falta de tiempo lo que hizo que en las clases de primaria de Finlandia se ampliara la duración de las clases de 45 minutos a 90 minutos. De esta manera, a pesar de que se perdían esos 20-25 minutos, la actividad principal tenía tiempo suficiente para desarrollarse (60-65 minutos).

Una vez que hemos analizado el tiempo lectivo, analicemos el tiempo que los estudiantes utilizan en actividades extraescolares. Los niños necesitan tiempo libre, sobretodo en estas etapas en las que socializar y desarrollar actividades motoras es muy importante. Ir al parque a jugar es un ejemplo de actividad perfecta para poder hacer amigos, correr, desestresarse, desconectar del colegio, etc. 

¿Qué cosas impiden que los niños puedan disfrutar de tiempo libre?
Como todos sabemos, una de las razones son los deberes, muchas veces excesivos. Los profesores muchas veces abusan de los deberes y los utilizan creyendo que cuantos más deberes mandan a sus alumnos más aprenden, pero esto no es del todo cierto. Los deberes deberían de utilizarse para asentar conocimientos, y no deberían de convertirse en actividades repetitivas. Es más, si un niño ya ha comprendido lo que le han enseñado, no se le debería de obligar a hacer unas actividades que lo único que consiguen es que el niño se desmotive y que tenga menos tiempo libre. La función del profesorado es analizar y observar el progreso de cada uno de sus alumnos y saber cuales de ellos necesitan un refuerzo con algunas actividades extraescolares y cuales no.

Otra de las cosas que suelen quitarle tiempo libre al niño son las actividades extraescolares. Hay veces que los padres, tal vez porque trabajan o por otras causas, no pueden hacerse cargo de sus hijos a ciertas horas y lo que hacen para que no se aburran es apuntarlos a actividades extraescolares (inglés, fútbol, gimnasia rítmica, ballet, baloncesto...). Estas actividades no son necesariamente negativas ya que hacen que el niño adquiera conocimientos extra, pero nunca se debe de obligar al niño a asistir a estas actividades si él no quiere. Otra cosa diferente es que el niño disfrute haciendo estas actividades, entonces se convierten en algo positivo. Los padres deben de aprender que aunque el trabajo es importante, también lo es pasar tiempo con sus hijos, y que, a veces, creen que los están ayudando (apuntándolos a deportes, haciendo que aprendan idiomas o música) y no es así, si los niños no lo disfrutan los estarán perjudicando increíblemente.

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